miércoles, 12 de mayo de 2010
El mundo Azteca.
Sueño de una tarde dominical en Alameda Central.
Es una obra originalmente creada por José Guadalupe Posada, artista que destaca en la creación mexicana de fines del siglo XIX y principios del XX, el se encuentra tomando el brazo de la catrina. Rivera plasma como personajes centrales de la obra a Posada y la Catrina, debido a que este fresco está dedicado a este gran artista, considerado él más importante grabador mexicano y a quien Rivera siempre reconoció como su gran inspiración.Se observa también a "Diego niño", autorretratado así y a sus espaldas Frida Kahlo.
Diego Rivera
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=354
Diego Rivera expresa en cada una de sus obras las ideas y esperanzas de la Revolución Mexicana, utiliza la técnica del fresco que consiste en pintar sobre una mezcla de cal y arena mojada, para que el color penetre y al secarse quede fijo
Videos acerca de Diego Rivera
http://www.youtube.com/watch?v=MJ7eiE8ulOAhttp://www.youtube.com/watch?v=FqGEDGDZP0U
http://www.youtube.com/watch?v=hL9JLugE8s8
http://video.google.com/videoplay?docid=-6753028141785731137
sábado, 8 de mayo de 2010
La Pintura Mural Mexicana
Las manifestaciones de este cambio se pueden observar prácticamente en todos los aspectos de la vida y, por supuesto, de manera muy clara en las expresiones artísticas y culturales.
Arte y Educación
Una vez terminada la lucha armada, fue inminente la reconstrucción del país. El general Álvaro Obregón, electo presidente en el año 1920, consideró que la educación era el medio más adecuado y eficaz para pacificar al pueblo que apenas salía de un periodo de barbarie y violencia.
A partir de esa profunda convicción, el general Obregón nombró como secretario de Educación Pública a José Vasconcelos, quien al enfrentarse al problema de cómo educar a un pueblo cuya inmensa mayoría era analfabeta, encontró en el arte una serie de cualidades que lo hacen un medio adecuado para transformar a la población.
Los Murales del Pueblo
El movimiento muralista abarcó prácticamente medio siglo, de 1920 a 1970. La pintura mural mexicana como expresión artística y política fue una respuesta que puso al arte y la cultura al servicio de la sociedad y del gobierno revolucionario.
Los principales representantes de esta corriente pictórica, a instancias del secretario de Educación Pública, utilizaron los muros de varios edificios públicos para plasmar sus ideales, señalar y denunciar a los explotadores del pueblo trabajador, de los campesinos y de los obreros.
Como movimiento artístico contrario a los dictados de un academicismo ya obsoleto, las obras del muralismo mexicano, plasmadas en grandes muros de edificios como el de la Secretaría de Educación Pública y el de la Escuela Nacional Preparatoria, pertenecían al pueblo.
Construir Nuestra Identidad
A través de la pintura mural mexicana también se buscó un elemento para unir a la sociedad y construir una identidad nacional común. La pintura mural reconoció que los mexicanos, sin excepción, tenemos un pasado indígena, compartimos una misma historia y cultura como elementos constitutivos de nuestra nación.
Los Muralistas
El muralismo mexicano influyó fuertemente las expresiones pictóricas de muchos de los artistas latinoamericanos e incluso norteamericanos, al ser el hilo conductor que reunió las más variadas expresiones políticas.
Entre los principales muralistas destacaron Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Pablo O’Higgins, estadounidense nacionalizado mexicano y discípulo de Diego Rivera, quien participó activamente en el ambiente cultural y político del país.
Autor: Leticia Barragán López
Los murales, una expresión social
José Vasconcelos (al frente de la Secretaría de Educación en 1921) pidió a Ignacio Asúnsulo y a Diego Rivera que regresaran a México. El primero llevaba dos años de estancia en Europa; el segundo, dieciocho. Vasconcelos quería impulsar un proyecto cultural y artístico que pudiera restituir una identidad nacional; así que ofreció a estos dos pintores el edificio de la Secretaría de Educación para un trabajo bien remunerado. Ignacio Asúnsulo dispuso libremente, para sus trazos, del espacio exterior de la Secretaría de Educación; Diego Rivera, en cambio, eligió los muros del interior del edificio.
Un poco más tarde, José Clemente Orozco, recién llegado de París, comenzó a trabajar en los murales del Hospicio Cabañas de Guadalajara y en los del Hospital de Jesús, en la capital de la República.
Con la Escuela Mexicana surgió una nueva generación de artistas, conformada por jóvenes herederos de la educación porfirista, pero que, hacia los años veinte, regresaron de Europa, donde habían terminado su educación artística, con nuevas propuestas estéticas.
El año de 1921 marcó, en la historia del arte mexicano, el inicio de viejos proyectos nacionalistas planteados por los liberales desde el triunfo de la República en 1867 y por los revolucionarios triunfantes, que dejaron impreso su tono ideológico en la Constitución de 1917. Dicha Escuela nació entonces como un fenómeno de renovación general de la cultura y el arte: se transformó en un movimiento colectivo y, a la vez, encerró las características particulares de cada artista: Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Ignacio Asúnsolo, Roberto Montenegro, Jean Charlot, Ramón Alva del Canal, Fermín Revueltas, Julio Castellanos, Juan O´Gorman, Leopoldo Méndez (grabador) y Luis Ortiz Monasterio (escultor).
En 1923, Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros habían terminado sus primeros murales; mientras, Roberto Montenegro y Xavier Guerrero pintaban otros en la Hemeroteca Nacional (Antigua iglesia de San Pedro y San Pablo), Roberto Montenegro pintaba el despacho del Secretario de Educación Pública y Fernando Leal comenzaba un mural en el patio de San Ildefonso.
A Jean Charlot, formado en Francia pero de origen mexicano, y a Ramón Alva del Canal les correspondió haber iniciado los temas históricos, que tanta importancia tuvieron en ese movimiento.
Sin embargo, el tema de la socialización en el arte fue sufriendo transformaciones. Cuando concluyó el gobierno de Lázaro Cárdenas, en 1940, se llevó a cabo en México la Exposición Internacional de Surrealismo, que vino a formular nuevas tendencias pictóricas (aunque en esos tiempos no se pudieron desplegar plenamente).
Durante el período de la "Guerra Fría" entre los países socialistas y capitalistas, Estados Unidos instrumentó eficaces políticas de influencia en América Latina. No es casual que, por ello, a partir de la década de los cincuenta, la Escuela mexicana haya sufrido una fractura en su temática.
En 1952, Rufino Tamayo fue comisionado para la ejecución de dos murales en el palacio de Bellas Artes, los cuales desarrolló con elementos nuevos.
En 1953, aparecieron en la escena de la plástica mexicana José Luis Cuevas, Matías Goeritz y Carlos Mérida, entre otros. La administración de Miguel Salas Anzures en Bellas Artes (1957-1961) fue una piedra angular para el desarrollo de estos pintores, pues apoyó, junto a exposiciones extranjeras, las nuevas tendencias plásticas, antagónicas a la vieja Escuela Mexicana surgida en los años veinte.
Los cincuenta constituyeron un parteaguas en la historia de la pintura mexicana, pues con los jóvenes pintores de esos tiempos se produjo una nueva etapa, caracterizada por temas como el jazz, los rascacielos de Nueva York, las formas y las expresiones de culturas ancestrales, la artesanía popular, la escuela del Bauhaus y el barroco mexicano.
Si en la década de los veinte la plástica mexicana se caracterizó por los temas revolucionarios, históricos y sociales, la de los cincuenta ofreció una amalgama cultural, mezcla de un aire cosmopolita, tendencia expresionista y un marcado acento poético.
Consúltese:
Artes de México. 50 años de arte mexicano. Publicación bimestral. Núm. 38, México, mayo de 1962.
Historia del arte mexicano. Arte Contemporáneo. México, Salvat, SEP, 1982.
Hurlburt, Laurance. Los muralistas mexicanos en Estados Unidos. México, Edit. Patria, 1989.
Diego Rivera
Su nombre completo fue Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez. Él y su hermano gemelo, Carlos María, nacieron en diciembre de 1886 en León, Guanajuato. Carlos falleció en 1888 y Diego quedó como hijo único de Diego Rivera y María del Pilar Barrientos.
En los últimos años del Porfiriato, el gobierno de Veracruz le otorga una beca para consolidar su formación artística en Europa, inicialmente en la escuela de San Fernando de Madrid, España, para luego realizar diversos viajes por Francia, Bélgica (donde conoce a Angelina Beloff, quien sería su pareja durante 12 años), Holanda y Gran Bretaña, hasta llegar a París en 1911 y entrar en contacto con diferentes corrientes artísticas, incluyendo las que en ese momento atraían más a las jóvenes generaciones.
A su regreso a México en 1921, es invitado por José Vasconcelos para integrarse a la representación de la historia del pueblo mexicano, sus leyendas, costumbres y tradiciones, aprovechando los muros de los diferentes edificios públicos en los que tanto el campesino como el obrero adoptarían las ideas para reforzar su identidad nacionalista.
Diego Rivera fundó junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros un movimiento pictórico al que se le dio el nombre de Escuela Mexicana de Pintura.
Conoce a Frida Kahlo en 1928 y se casa con ella al año siguiente; la retrata en distintas obras, como "Visión política del pueblo mexicano" (1928) y "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" (1947-1948). Fue como el matrimonio de una rana y una golondrina: dos seres de diferentes esencias, pero que conocieron juntos el significado de la palabra amor.
Son muestra de sus obras en México los murales de Palacio Nacional, los del Instituto Nacional de Cardiología, los del Hospital La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social, los de la poza del "Cárcamo del Río Lerma" de Chapultepec; la fachada del Teatro de los Insurgentes, el Estadio Olímpico de la Universidad Nacional Autónoma de México; en cuadros de tamaño menor son típicos sus alcatraces.
Rivera fue un personaje en cuya vida había siempre espacio para las mujeres y la polémica, por ejemplo en 1930 fue a los Estados Unidos, donde pintó murales en San Francisco, Detroit y para el Rockefeller Center en Nueva York ,que fue destruido por que en él aparecía el retrato de Lenin (tal proyecto se encuentra ahora en el Palacio de Bellas Artes); por otro lado, en el Hotel del Prado realizó una pintura en la que aparecía la frase: "Dios no existe", que posteriormente fue eliminada.
En 1955 acude a la entonces Unión Soviética donde se cura del cáncer que padecía, dos años después una enfermedad en las venas le provoca un coágulo de sangre que le impide mover el brazo derecho. Posiblemente el mismo problema le provoca un ataque al corazón, causa por la que se despide de la vida el 25 de noviembre de 1957, en su estudio de San Ángel de la ciudad de México.
Autor: Antonio Cedeño
Imagen: Detalle de pintura de Diego Rivera
Este contenido es propiedad del Sistema Nacional e-México
David Alfaro Siqueiros
Fue miembro del Estado Mayor del general Manuel M. Diéguez y gobernador militar de Jalisco. En 1918, en Guadalajara, organizó el Congreso de Artistas Soldados. En 1919, durante la administración carrancista, fungió como agregado militar de la Embajada de México en España; ahí publicó la revista Vida Americana, en la que aparece su escrito "Tres Llamamientos de Orientación Actual a los Pintores y Escultores de la Nueva Generación".
En septiembre de 1923, junto con Frida Kahlo, Fernando Leal y Xavier Guerrero, participó en la fundación del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores en la casa de Rivera, ocupando el puesto de secretario general.
En 1924 editó junto con Rivera y Xavier Guerrero el periódico El Machete, órgano del Partido Comunista de México. Como ferviente comunista, se involucró en las luchas obreras y por algún tiempo vivió en la casa de la pareja Rivera-Kahlo.
En agosto de 1924, por decreto presidencial se suspendió la producción de murales en México, por lo que los muralistas se dispersaron. Siqueiros se convirtió en líder sindical en Guadalajara, donde además de pintar murales diseñó los labrados de las puertas del Templo de Santo Tomás. Colaboró en la creación de organizaciones obreras y encabezó las federaciones Minera y Obrera de Jalisco.
Durante la administración de Plutarco Elías Calles, los líderes del Partido Comunista mexicano fueron perseguidos. Siqueiros fue remitido a Taxco, Guerrero, en calidad de prisionero y en 1932 fue exiliado a Estados Unidos.
En los Ángeles impartió clases de Técnica del Fresco y pintó los murales Mitin Obrero, en la Chouinard School of Art, y América Tropical, en la plaza Art Center. En una casa particular de Santa Mónica pintó El Retrato Actual de México.
Expulsado de Estados Unidos, Siqueiros se fue a Argentina; ahí se encargó de la decoración de un bar: utilizando por primera vez materiales sintéticos cubrió totalmente las paredes. De regreso a México, en 1934 encabezó la Liga Nacional contra el Fascismo y la Guerra. En 1935 estuvo en Nueva York y en 1936 viajó a España. Durante la Guerra Civil Española se enroló en las filas del ejército republicano.
A su regreso a México, en las oficinas del Sindicato Mexicano de Electricistas pintó el mural Retrato de la Burguesía. El 24 de mayo de 1940, un grupo de estalinistas, entre los que se encontraba Siqueiros, con metralletas en mano asaltó la casa de León Trotsky. Éste y su compañera Natalia se salvaron, pero murió el estadounidense Shelton Harte.
Siqueiros fue encarcelado y un año después liberado por su amigo, el presidente Lázaro Cárdenas. A cambio de su libertad tuvo que irse del país y se dirigió Chile. En Chillán realizó el mural Muerte al Invasor (1941-1942) y a su paso por La Habana, Cuba, en 1943, ejecutó Alegoría de la Igualdad, Cofraternidad de las Razas Blanca y Negra, y Nuevo Día de las Democracias.
Una vez más en México, en 1944, en la sede del Centro Realista de Arte Moderno, fundado por el mismo Siqueiros, pintó Cuauhtémoc Contra el Mito. También trabajó en el Taller de Ensaye de Pintura y Materiales Plásticos, del Instituto Politécnico Nacional (IPN). En el Palacio de Bellas Artes dejó tres grandes paneles: Nueva Democracia, Victoria del Fascismo y Víctimas de la Guerra.
Mientras se publicaba uno de sus textos más controvertidos, titulado No Hay Más Ruta que la Nuestra, en la ex Aduana de Santo Domingo inició Patricios y Parricida. En 1948, en San Miguel Allende, Guanajuato, pintó Monumento al General Ignacio Allende. En 1950 recibió el segundo premio de la Bienal de Venecia y dos años después en el IPN produjo el mural El Hombre, Amo y No Esclavo de la Máquina.
Por una Seguridad Completa y al Servicio de Todos los Mexicanos es el nombre del mural plasmado en el Hospital de la Raza. Cuatro años se tomó para pintar El Pueblo a la Universidad, la Universidad al Pueblo, que recubre los muros externos de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México, y en 1958, en el Centro Médico ejecutó Apología de la Futura Victoria de la Ciencia Médica Contra el Cáncer.
Al salir de la prisión inició su obra magna, titulada La Marcha de la Humanidad, para la cual se construyó el Poliforum del Hotel de México; la obra, concluida en 1971, cubre interiores y exteriores del edificio.
En 1967 recibió el Premio Lenin de la Paz, cuyo importe donó Siqueiros a Vietnam, en ese momento invadido por los estadounidenses. En 1968 se le otorgó el Premio Nacional de las Artes y murió en Cuernavaca, Morelos, el 6 de enero de 1974.
Obras Consultadas
–Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, 4 v. 6ª ed., México, Editorial Porrúa, 1995, t. I.
–Herrera, Hayden, Frida: Una Biografía de Frida Kahlo, 5ª ed., México, Editorial Diana, 1987, 440 pp.
–Musacchio, Humberto, Gran Diccionario Enciclopédico de México Visual, 4 v, 7ª edición; Colombia, Andrés León Editor, 1994, t. I.
Rufino Tamayo
Llega en 1911 de su natal Oaxaca a la ciudad de México, integrándose al negocio familiar: venta de frutas en el mercado de la Merced. A partir de tal condición es posible entender que el color de la guayaba, la pitahaya, las mandarinas o las naranjas estén presentes en las obras del destacado artista, incluso que las sandías se hayan convertido en figuras representativas de su propuesta.
En 1915 toma por dos años lecciones de dibujo, para posteriormente inscribirse en la Academia de San Carlos, donde estudiará por cuatro años más. En su obra queda la influencia del arte prehispánico, al ser heredero de la rica cultura zapoteca, así como porque en 1921 es nombrado jefe del Departamento de Dibujo Etnográfico en el Museo Nacional de Arqueología de México.
A mediados de esa década logra exponer en el Art Center de Nueva York y en 1932 es nombrado director del Departamento de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación Pública.
Lo cierto es que al oaxaqueño se le clasifica junto con artistas como Agustín Lazo y Julio Castellanos, por su rechazo a los planteamientos "revolucionarios" que los llevaron a adoptar una búsqueda más personal de expresión.
Desde los años 30 exhibió regularmente en Estados Unidos e impartió desde 1946 un taller de pintura en Brooklyn; el hecho de vivir en uno de los países protagónicos de la Segunda Guerra Mundial dará lugar a que en su obra quede reflejado el desconcierto provocado por la bestialidad humana, lo cual puede percibirse en las diferentes etapas de la trayectoria del artista -estas serían: de inicio, la de tipo expresionista, seguida por la cubista y posteriormente la abstracta; esto quiere decir que en sus obras las figuras van desapareciendo quedando zonas de color que transmiten una gran emoción al espectador-.
Tamayo destacó como pintor, muralista y grabador. En la década de los 50 adopta las vinylitas sobre tela, con las que pinta, entre otros, el mural "Nacimiento de nuestra nacionalidad" (1952), localizado en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.
Otros ejemplos de su obra se encuentran en el edificio de la UNESCO, en París; en el Banco del Suroeste, en Houston, Estados Unidos; entre muchos otros. Tamayo es tema del que se producen diferentes obras cinematográficas: "Tamayo", de Max Pol (1970) y "La vida artística de Rufino Tamayo", de H. Cokin (1973).
Le otorgaron el Doctorado Honoris Causa la Universidad de Manila (1974); la Universidad Nacional Autónoma de México (1979) y la Universidad de San Francisco, California (1982).
Se le otorgaron también el Premio Nacional de Artes (1964), el Colouste Gulbekian, por el Instituto de Artes de París (1969); la Legión de Honor de Francia (1970); el grado de comendador por la República de Italia (1971); la denominación de Hijo Predilecto, por el gobierno de Oaxaca (1972); la Copa de Oro de Florencia (1975), y el galardón Albert Einstein, por el Technion Institute de Israel (1983).
A la edad de 80 años, el Museo Guggenheim de Nueva York le dedicó una exposición retrospectiva, que se agregó a las diferentes exposiciones individuales que han celebrado su obra en las principales ciudades de todo el mundo.
Donó su colección de arte para la creación de dos museos: a Oaxaca le donó en 1974 su espléndida colección de aproximadamente mil 300 piezas prehispánicas, que se muestran en el Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo y a la ciudad de México, en 1981, su colección de pintura para el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, ubicado en el corazón del Bosque de Chapultepec.
Murió en la ciudad de México, el 25 de junio de 1991, sobreviviéndole su infatigable esposa Olga, con quien por cierto no tuvo hijos.
Autor: Antonio Cedeño
jueves, 6 de mayo de 2010
Guia de Murales
MURALES DE DIEGO RIVERA:
“Murales de la Secretaría de Educación Pública” (1923 - 1928).
Monumental conjunto de 235 frescos sobre muy diversos temas populares mexicanos con un fuerte contenido social, desarrollados al modo de una sinfonía didáctica sobre las paredes de los corredores de tres pisos, que dan al llamado Patio del Trabajo o al Patio de las Fiestas. Los del segundo piso del Patio de las Fiestas deben apreciarse siguiendo un orden determinado por el texto del llamado “Corrido de la Revolución”, que a lo largo de un friso superior recorre toda la obra, enlazando cada una de sus partes – Palacio de la Secretaría de Educación Pública, República de Argentina e/ Luis González Obregón y República de Venezuela, Col. Centro.
“La Historia de México” – (1929-1945) - Conjunto de murales en el Palacio Nacional – Plaza de la Constitución o Zócalo de la Ciudad de México.“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” – (1947-1948) -Una de sus obras mas famosas, trasladada desde su asentamiento original a causa de los efectos que un terremoto causara sobre el edificio que la contenía. Aparecen retratados en ella numerosos personajes de la historia mexicana – Plaza de la Solidaridad, Avda. Juárez y Balderas, Col. Centro.
MURALES DE JOSÉ CLEMENTE OROZCO:
“Buena vida” (1945), también llamado “La buena comida y la buena bebida”(fragmento del mural a la izquierda)Mural transportable, piroxilina sobre masonite de 37,5 mts. cuadrados – Una irónica visión sobre los excesos de la vida burguesa – Casa Museo José Clemente Orozco, Aurelio Aceves No. 27, Guadalajara.